China elimina aranceles a África… y deja fuera a EE.UU.

Introducción

China acaba de dar un paso silencioso pero estratégico que podría redefinir las rutas del comercio global. A partir de este año, el gigante asiático eliminará todos los aranceles de importación para los productos provenientes de 53 países africanos, lo que convierte a África, con más de 1.400 millones de habitantes, en un socio comercial privilegiado frente al resto del mundo. Pero hay un detalle que no pasa desapercibido: Estados Unidos queda completamente fuera de esta ecuación.

Un acuerdo comercial sin precedentes

El anuncio se dio en el marco del Foro de Cooperación China-África (FOCAC), donde Beijing reveló su intención de ofrecer acceso libre de aranceles a casi todos los países africanos que mantengan relaciones diplomáticas con China. El único excluido: eSwatini, la única nación africana que aún reconoce a Taiwán como país independiente.

Este nuevo marco amplía el acuerdo que ya beneficiaba a 33 países africanos considerados “menos desarrollados” y lo extiende ahora a naciones africanas de ingresos medios como Kenia, Ghana o Senegal. En otras palabras, China está ampliando su influencia comercial no solo con los más vulnerables, sino con los más estratégicos.

La respuesta de EE.UU.: más aranceles y menos acuerdos

Mientras China abre su mercado, EE.UU. toma el camino contrario. La administración Trump reactivó su política de aranceles recíprocos, afectando directamente las exportaciones africanas hacia su territorio. A esto se suma la incertidumbre en torno al programa AGOA (Ley de Crecimiento y Oportunidad para África), que vence en septiembre y aún no ha sido renovado.

El resultado: mientras China ofrece acceso libre y apoyo técnico, EE.UU. ofrece barreras e incertidumbre.

¿Por qué China hace esto ahora?

Las razones van más allá de la diplomacia.

  1. Guerra comercial con EE.UU.

    China busca diversificar sus socios comerciales ante las tensiones crecientes con Washington.

  2. Mercados nuevos para su población urbana creciente

    África representa una nueva frontera de consumo, especialmente para productos agrícolas y bienes intermedios.

  3. Geoestrategia económica

    Al entrenar técnicos africanos, apoyar aduanas locales y promover exportaciones africanas en el mercado chino, Beijing no solo importa productos, sino influencia.

¿Qué implica esto para la economía global?

  • Un nuevo eje comercial Sur-Sur está tomando forma.

  • China está ocupando los espacios que EE.UU. deja vacíos, pero no solo con palabras, sino con acuerdos concretos, mercados abiertos y menos burocracia.

  • Para África, esto puede significar más oportunidades de desarrollo industrial y exportador, pero también nuevas formas de dependencia comercial.

Lo que nadie está discutiendo…

Este cambio no es simbólico. Como dijo Hannah Ryder, directora de la consultora Development Reimagined, “esto es un cambio estructural en la relación comercial entre China y África”.

Y como advirtió la economista Lauren Johnston, el acceso sin aranceles no resuelve todos los problemas. Los países africanos aún enfrentan barreras como infraestructura deficiente, logística costosa y normas técnicas estrictas. Pero la puerta ya está abierta. Y China puso la llave sobre la mesa.

Conclusión: ¿Quién gana realmente?

China está jugando ajedrez, mientras otros siguen lanzando sanciones como si fueran dardos.

África, con todas sus complejidades, se vuelve el nuevo tablero de poder comercial, y las reglas ya no las dicta solo Occidente.

¿Será esta una oportunidad de crecimiento real para el continente?

¿O una estrategia para consolidar la dependencia hacia Beijing?

El tiempo lo dirá. Pero hoy, la batalla comercial global se libra sin misiles… pero con tratados, tarifas y rutas comerciales.

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