El juego peligroso del "Costo de la apariencia"
Comprar por estatus es buscar validación externa. Es un intento rápido de llenar un vacío de valor propio con algo material. El problema es que el placer de una compra impulsada por el estatus es efímero, mientras que el compromiso financiero (la deuda o el capital sacrificado) es duradero.